Hotel Chipre se enorgullece en darte una calurosa bienvenida
Un hotel con años de tradición, que brinda un ambiente ameno para todos los aventureros como vos que buscan un lugar donde descansar y cerca de todo para poder conocer, con todos los servicios y la mejor seguridad, ubicado en una de las zonas mas bohemias de la ciudad de Buenos Aires, con una riqueza cultural que se puede apreciar desde una simple caminata por las calles del hermoso barrio de San Telmo, hasta su fabulosa e imponente feria de antigüedades al aire libre, la más importante de la Ciudad todos los domingos.
San Telmo
Es uno de los barrios más antiguos y tradicionales de Buenos Aires. Forma parte del casco histórico de la Ciudad y conserva gran parte de su patrimonio arquitectónico. Sus calles empedradas, casas bajas y patios con aljibes, sugieren una estampa detenida en el tiempo. También se destaca por sus bares, restaurantes, tanguerías y, en especial, por su la amplia variedad de anticuarios de distintos rubros. En el corazón de San Telmo yace la plaza Dorrego, la más antigua de Buenos Aires después de la histórica Plaza de Mayo. Pedro González Telmo, Patrono de los Navegantes, era un fraile de la orden de los dominicos que vivió en España en el siglo XIII. Allí se dedicaba a predicar el Evangelio a los navegantes y pescadores de Galicia y Portugal. En el siglo XVII, la vida de los primeros pobladores del lugar giraba en torno a la actividad portuaria, y esa fue la razón por la cual se eligió a San Pedro González Telmo patrono de este barrio que hoy lleva su nombre.
Mapa Turistico de Buenos Aires
Cómo empezar a conocer la ciudad
En la costa del Río de la Plata –tan ancho que muchos viajeros lo confunden con el mar–, Buenos Aires tiene un clima templado y muchos días de sol por año. El paisaje natural de la región, verde y húmedo, puede gozarse en los parques, en las afueras o en la gigantesca Reserva Ecológica que se encuentra a sólo cinco minutos del Centro de la ciudad.
Pero muchos turistas vienen a Buenos Aires por otro paisaje. La ciudad –con tres millones de habitantes– tiene 48 barrios para recorrer. En cada uno hay bares , plazas, canchas de fútbol y otros deportes , templos, milongas y teatros, pero las zonas más visitadas, por turistas nacionales y extranjeros, son el Abasto, Puerto Madero, San Telmo, Recoleta, Palermo, La Boca, las avenidas del Centro, como Corrientes.
Buenos Aires es uno de los polos culturales del continente. La ciudad está considerada la cuarta en importancia en el teatro mundial y tiene más salas que Nueva York. Los museos porteños, tradicionales o modernos, son famosos. El tango la música y la danza, puede conocerse en la tanguería más sofisticada o en la milonga más popular de un barrio.
Con más de 3000 restaurantes, comer en Buenos Aires es una cuestión de elegir dónde y qué. Desde lo típico, asado o pizza, hasta la comida de alguna de las muchas comunidades que se instalaron en la ciudad durante siglos de inmigración.
El fútbol es pasión, y los aficionados planean sus viajes para que coincidan con el clásico nacional entre Boca y River. Otra característica que atrae a locales y visitantes son las compras, con ferias, circuitos comerciales a cielo abierto y shoppings. La escena independiente –la del teatro y el cine alternativos, la de músicos y diseñadores – es origen de encuentros y festivales internacionales. En Buenos Aires hay ferias y actividades culturales todo el año.
Para viajar dentro de la ciudad, existe un sistema de transporte con múltiples opciones: seis líneas de subtes (así se abrevia el nombre de los subterráneos), más de cien líneas de colectivos (así se llama en Buenos Aires a los ómnibus o autobuses) y ferrocarriles (o trenes) interurbanos. Los taxis y remises son un medio de transporte muy común, ya que son seguros y comparativamente más económicos que en otras ciudades.
Los viajeros pueden pasear solos y a pie o con guías expertos en historias y detalles; pueden dedicarle meses a Buenos Aires o conocer lo esencial en pocos días, incluso vivir una experiencia Buenos Aires en solo 24 horas; pueden irse con el deseo de volver o pueden, directamente, quedarse.